¿Quieres disfrutar al máximo tu carnita asada? Lo básico es saber cómo elegir el tipo de asador más adecuado a tus necesidades y estilo de vida. Conoce las principales opciones.

Cuando piensas en una carnita asada, seguramente te imaginas la misma escena: un día bonito, con mucho sol, poco (o nada) de viento y en una terraza o un jardín amplio.

Pero, ¿qué pasa si estás planeando una parrillada y estas condiciones no se cumplen? No es ningún problema cuando sabes qué tipo de asador elegir para tus cortes finos.

A continuación, te vamos a contar cuáles son los principales tipos de asadores para parrilladas, para ayudarte a elegir el que mejor se ajuste a tus necesidades.

Qué considerar al elegir un asador

Lo primero es tener en cuenta es, además de tus necesidades personales, las de tu familia, ¿son pocos o son muchos? ¿Hay espacio suficiente para un asado al carbón? Dudamos que quieras llenar la casa de humo.

También aplica cuando pienses en los invitados a la parrillada, las necesidades pueden ser distintas si tienes muchos amigos a quienes invitar o no.

Además, es importante considerar el espacio disponible donde vives, pues si no hay mucho existe la posibilidad de causar problemas a los vecinos, como en un condominio. No vaya a ocurrirte algo parecido a lo del mexicano que quiso hacer su carnita asada en Canadá. 

Para qué sirve un asador al carbón

Los asadores al carbón (esto se refiere también a las briquetas) son perfectos para una carnita asada en exteriores, al aire libre.

También son la forma tradicional de hacerlo y no es por una cuestión de esnobismo o de rito tribal, sino porque influye directamente en la calidad del asado y, por lo tanto, en el sabor de los cortes asados.

Esto, porque además de que se pueden lograr distintos grados de intensidad del fuego con relativa facilidad (dependiendo del corte que se ase), el humo que sale de la parrilla impregna el sabor de la carne asada, dándole un toque único.

Sin embargo, es importante tener cuenta uno de los factores ya mencionados: el humo que puede producirse al quemar el carbón, así como el tiempo que se le debe dedicar. Un asado a la parrilla no es rápido y requiere dedicación.

También es importante que consideres aspectos como la limpieza de la parrilla y el lugar donde se ubica, así como el espacio donde guardarás tu asador y todos los utensilios. 

Principales tipos de asadores

Asador redondo con tapa

El asador con tapa es la opción más conocida y fácil de conseguir (¡hasta en el súper la encuentras!) porque es económica y muy práctica al no ocupar demasiado espacio.

Suele ser de forma redonda (aunque también hay algunos modelos más bien rectangulares) y de distintos tamaños disponibles, de alrededor de 60 cm de diámetro generalmente.

En este tipo de asador, la tapa permite un control de temperatura eficiente (en especial si tiene un termómetro en la tapa), y es importante para lograr un efecto de convección del calor durante la preparación, que deje tu carne bien cocida por todos lados.

Tal vez la única desventaja radique, precisamente, en una de sus mayores ventajas: el tamaño, pues sería complicado asar muchas piezas simultáneamente en caso de que tengas un buen número de invitados.

O bien, se dificultaría asar un corte de carne largo de una sola vez como una tira de arrachera, por lo que una arrachera porcionada sería la alternativa en estos casos. 

Asador ataúd

A todos en México nos queda claro que, si de algo saben en el norte, es de carnitas asadas y este tipo de asadores es el tradicional en esa región, porque facilita la preparación de cortes de carne muy grandes o en cantidades importantes.

También conocido como caja china o asador a cielo abierto, este enorme modelo carece de tapa y resulta altamente versátil por sus dimensiones, permitiendo también el uso de accesorios como planchas de acero inoxidable, entre otros.

Pese a su macabro nombre, el ataúd al que se refiere es un amplio compartimento que se ubica debajo del espacio para el carbón (semejante a un horno), que es muy útil para preparaciones que requieren una convección del calor eficiente.

En la parte superior, es muy fácil controlar la temperatura de la parrilla, pues simplemente se requiere cambiar la distribución del carbón en la bandeja: donde quieras fuego alto, pones más carbón y vas reduciendo la cantidad hasta el otro extremo, de forma uniforme, hasta el área donde requieras menos calor.

Eso sí, si en algo coincide con el asador redondo, es en que el tamaño es tanto su mayor ventaja como su mayor debilidad y este tipo de asador es difícil de almacenar.

Con un asador así, no tendrás problemas para asar piezas de carne grandes, como la tira de arrachera completa y opciones de hueso largo, como el Tomahawk, en varias cantidades.

Además, no es casualidad que sea popular entre los norteños para preparar cabrito.

Asador de cerámica

No es un huevo gigante ni un ovni, aunque pueda parecerlo cuando lleva las tablas laterales (opcionales) extendidas. El asador de cerámica es más bien una versión cuya mayor ventaja es el control de temperatura que ofrece.

Esto, porque cuenta con un regulador de aire en la parte superior de la tapa que, como habrás deducido, sirve para reducir o incrementar la cantidad de oxígeno, para modificar la intensidad del fuego de manera eficiente.

Gracias a esta ventaja (y dependiendo del modelo o la marca), es posible alcanzar rangos de temperatura amplios (que pueden ir desde los 50º C hasta los 400º C), que puedes aprovechar de forma creativa conforme vayas adquiriendo más experiencia en los asados.

De hecho, el asador cerámico es LA opción para verdaderos maestros de las parrilladas. El grosor de su tapa retiene el calor por largos periodos, facilitando el sellado de los cortes, pero también un ahumado prolongado con poco esfuerzo, que hace de los cortes finos una delicia.

Recomendaciones para sacar mayor provecho a tu asador

Cualquiera que sea el tipo de asador que elijas, es importante que tengas en cuenta algunas sugerencias para sacarle partido al máximo:

1. Utiliza carbón vegetal o briquetas para alimentar el fuego. Al provenir de distintos tipos de maderas, como nogal, encino, cedro y más, el humo que arrojen repercutirá directamente en el aroma y sabor de tu asado, con mejores resultados que si usas carbón mineral.
   
   
2. Nunca prendas el fuego con combustibles fósiles. Por increíble que parezca, todavía hay gente que confía en hacerlo con sustancias como la gasolina, que no solamente contaminan más y contribuyen al efecto invernadero, sino que dejarán un aroma espantoso en la carne e incluso en el lugar de la reunión.
   
   
3. Clasifica las áreas de la parrilla. Como explicamos al hablar del asador ataúd, la forma inteligente de distribuir el carbón (o briquetas) es de más a menos: donde quieras más fuego, pones más carbón y viceversa. Hazlo de manera uniforme (como si se tratara de un terreno inclinado) y tendrás mejor control del calor.
   
   
4. Utiliza una bandeja de agua. Colócala debajo de la parrilla y sobre las brasas, lo que te permitirá aumentar el nivel de vapor y un ahumado de la carne más eficiente.
   
   
5. Mantén limpio el asador. Por lo que más quieras, no lo almacenes sucio. Es mentira que dejar la grasa quemada en la parrilla ayudará a intensificar el sabor en la siguiente carnita asada. En cuanto se enfríe, utiliza un cepillo de alambre y talla bien por todos lados. También te ayudará frotarla con una cebolla antes de iniciar el fuego.

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